Comercio

La Isleta Participa. Comercio

La Isleta ha ido perdiendo comercios, tanto en su interior como en las calles La Naval y Juan Rejón, potenciando su carácter de barrio dormitorio. Los vecinos/as se ven obligados a recorrer todo el barrio para hacer sus compras cotidianas o, en el peor de los casos, a desplazarse a otros puntos de la ciudad o de la isla colmatando aún más el tráfico en el istmo. Desarrollar peatonalizaciones y rodonalizaciones en el interior del barrio son algunas de las herramientas urbanísticas aplicables para revertir esta situación.

Recuperar el comercio de proximidad contribuiría a revitalizar el barrio, acortar desplazamientos y, sobre todo, para generar empleo. La Zona Comercial Abierta Puerto-Canteras que recorre la playa, Juan Rejón y La Naval supone un impulso para el comercio y un atractivo para aprovechar el turismo de cruceros que entra en la ciudad por el puerto, situado a pocos metros. En el debate sobre la estrategia para revitalizar la zona se recogen cuatro ejes principales de actuación:

  • Movilidad: facilitando el paseo y haciendo más agradable el recorrido a vecinos/as y turistas. El transporte público y la bicicleta pueden facilitar también los desplazamientos. Empieza a instalarse una conciencia de que los vehículos privados entorpecen más que aportan al comercio de barrio. En ese sentido no se trata de competir con las grandes superficies y sus aparcamientos, sino de dar alternativas aún más cómodas y atractivas.
  • Sostenibilidad: es una exigencia transversal a todas las intervenciones en el barrio, afectando especialmente al comercio, que a diario mueve mucha mercancía. Urge hacer una buena gestión de los residuos y del uso racional de la energía. Una buena estrategia consiste en transformar esta exigencia en un valor añadido, convirtiendo a La Isleta en un barrio modelo de sostenibilidad y economía circular.
  • Embellecimiento: Igualmente, se trata de actuaciones transversales y necesarias para el barrio. La falta de espacios libres y de masa verde o el exceso de tráfico hacen que sea pertinente una intervención específica en su paisaje urbano para crear espacios atractivos y acogedores.
  • Dinamización: La playa, el espacio natural o el Castillo de La Luz son un buen reclamo turístico, pero también el carácter identitario de los/as isleteros/as. La activación del edificio de la RACSA con un uso cultural introduciría la actividad turística en el interior del barrio, más allá de la zona comercial. Además, La Isleta puede convertirse en un laboratorio para poner en marcha un nuevo modelo de cooperativismo que impulse la economía social y todos los vectores que se han planteado en este documento.

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