Los/as jóvenes del barrio no suelen ser partícipes de los debates sobre las necesidades del barrio, ni sus voces son escuchadas. Sin embargo, son actores clave, pues están educándose en una sociedad con nuevos valores y porque el desarrollo del barrio influirá en sus vidas futuras. Para eso necesitan espacios de encuentro donde relacionarse, organizarse e implementar sus propias acciones. Estas irán desde la propia gestión y gobernanza hasta la generación de propuestas y acciones.
Muchas actividades culturales, deportivas y lúdicas ofertadas en el barrio y la ciudad son de uso restringido o de pago. Esto excluye a muchos de ellos/as, que no están en edad laboral o sufren la dificultad para acceder a puestos de trabajo dignos. Se propone también conformar espacios y modelos de gestión capaces de crear oportunidades laborales y de progreso para los/as jóvenes del barrio.