Desde la Revolución Francesa se estableció la idea de un arco parlamentario que diferenciaba las izquierdas de las derechas, incluso la extrema izquierda de la extrema derecha. La representación en forma de abanico de un hemiciclo permitía, de forma intuitiva, entender la fotografía política del momento dando cabida también a los grupos que se consideraban de centro. Esta composición nos ha acompañado durante más de dos siglos, siendo muy útil para comprender parcialmente la complejidad de la vida política.
Sin embargo en España, existe un factor diferencial con respecto a la situación de otros países europeos y sin duda muy diferente a la francesa. La estructura descentralizada del estado refleja una realidad nacionalista o independentista que no tiene un claro encaje en el actual arco parlamentario.
En nuestro grupo de investigación trabajamos en torno a la participación ciudadana y a la elaboración de marcos metodológicos que permitan comprender y explicar una realidad por más compleja que esta sea. Se trata concretamente de herramientas simples que tratan de interpretar la realidad para convertirla en más sencilla y fácil de entender para la mayoría. Si la sociología, la estadística o las matemáticas nos han aportado la claridad de las representaciones gráficas en dos dimensiones, desde la arquitectura, y más concretamente desde la composición arquitectónica tratamos de levantar la vista del suelo para edificar esquemas volumétricos, algo más complejos, pero igualmente sencillos de interpretar.
Jugando con la realidad
En la arquitectura estamos acostumbrados a enfrentarnos con una realidad cada vez más compleja que requiere ser sintetizada y sistematizada constantemente. Construir un edificio exige tener una importante caja de herramientas que logre despiezar el más intrincado de los programas de necesidades en múltiples componentes y dimensiones. Estructura, instalaciones, construcción, deben convivir con el programa de necesidades, el presupuesto, el tiempo; también con el encaje legal, urbanístico o bien con la historia, la teoría, la crítica, la estética o el proyecto. Además lo social, la participación, lo ambiental tienen cada vez más peso en la toma de decisiones.
No es extraño que una de las herramientas para adquirir todo este manejo de la complejidad sean los juguetes. El escultor Francisco Bordes ha destacado la importancia de los juegos en la infancia de las Vanguardias arquitectónicas. También es sabido que Erno Rubik era profesor de la escuela de arquitectura. Los tetralemas del sociólogo Jesús Ibáñez o los multilemas desarrollados por el grupo CIMAS son algunos ejemplos del paso de los esquemas simples a los complejos.
Otro de los ejemplos de este paso es la evolución lógica del DAFO. A los que han trabajado con Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades, la llegada del CAME (Consolidad, aprovechar, mejorar, eliminar) ha sido un paso que ha permitido proponer, además de analizar y diagnosticar. En nuestro grupo también hemos desarrollado diferentes juegos volumétricos o artefactos que permiten su aplicación en procesos participativos.
El nuevo parlamento catalán como ejemplo
Cataluña siempre ha tenido una representación democrática más diversa que el resto de regiones de España. Cuando en Castilla-León o en Extremadura la mayoría de los escaños se disputaban entre los dos partidos mayoritarios, en Cataluña ya existía una diversidad de opciones similar a la que experimentaban los parlamentos de otras democracias europeas.
Ha sido la reciente posibilidad de llegar al parlamento del partido de extrema derecha nacionalista Aliança Catalana lo que nos ha permitido abordar desde un juego de composición arquitectónica una propuesta de marco conceptual para explicar el nuevo panorama político catalán. Se trata de una lectura nueva que pretende representar una composición más compleja de la realidad. Igual que la presentamos como una herramienta útil para el caso catalán, la propuesta en realidad consiste en que pueda aplicarse a otros campos del conocimiento o de la realidad.
Un parlamento en tres dimensiones
Si en lugar de un hemiciclo, situamos a los grupos parlamentarios que han salido de las urnas en un edificio de dos pisos, con cuatro habitaciones cada piso, encontramos que, desde nuestro punto de vista, existen cuatro habitaciones en la izquierda y otras cuatro habitaciones en la derecha. También encontramos que cuatro habitaciones están en la planta baja y otras cuatro en la planta alta. Por último, tenemos cuatro habitaciones que dan a la calle y otras cuatro habitaciones que son interiores.
De esta forma observamos que en el parlamento catalán tenemos, en la cuestión ideológica, cuatro partidos de izquierda (PSC, Comuns, ERC y la CUP) y cuatro de derechas (PP, Junts, Vox y Aliança Catalana). También podemos considerar que, en clave nacionalista, hay cuatro partidos en la planta baja, más apegados al lugar (ERC, la CUP, Junts y Aliança Catalana) y otros cuatro partidos, en la segunda planta, con una mirada también en el ámbito nacional (PSC, Comuns, PP y Vox). Como tercer eje, podemos hablar de cuatro partidos que dan a la calle, partidos continuista, tradicionales, tal vez más moderados, de la vieja política, o también llamados partidos de gobierno (PSOE, PP, Junts y ERC) y otros cuatro partidos que dan al patio interior, partidos de nuevo corte, tal vez más rupturistas (Comuns, Cup, Vox y Aliança Catalana).
Al igual que ya hacían los tetralemas de Ibañez, la herramienta 2x2x2 que aquí presentamos nos permite sistematizar propuestas que vayan más allá de dos posturas enfrentadas. La propuesta consiste en volumetrizar la explicación, añadiendo un tercer eje complementario a los tradicionales ejes de coordenadas X e Y. No es más que aplicar a la vida cotidiana la tridimensionalidad de la arquitectura.