«la lontananza non è più quella che era”. Con todo el desarrollo virtual, pero especialmente, después del Coronavirus, la lejanía, que no la distancia, ya no es lo que era. Hace 28 años estuve de estudiante Erasmus en Turín, Italia. Entonces, estar lejos era hacer alguna llamada de teléfono, carísima, y enviar cartas manuscritas que tardaban semanas. Ahora, como profesor Erasmus en Matera, paso más tiempo trabajando o manteniendo reuniones y contactos con Las Palmas, que en la propia ciudad italiana en la que vivo. Rizando el rizo, conozco un compañero que ha conseguido una plaza para hacer una estancia en una Universidad a Distancia, estando en Las Palmas.
Ahora que buscamos argumentos para que Las Palmas de Gran Canaria sea Capital Europea de la Cultura en 2031, me parece que este tema de la lejanía (della lontananza) es fantástico para que se convierta en uno de los hilos conductores de dicha candidatura. Nadie mejor que un palmense para explicar la diferencia entre distancia y lejanía. En la cuarta década del siglo XXI seguramente seguiremos siendo región ultraperiférica de Europa, pero ya no estaremos tan lejos.